Monasterio de San Juan de los Reyes, Toledo, Castilla-La Mancha, España.
El convento de San Juan de los Reyes es un cenobio de la ciudad española de Toledo perteneciente a la Orden Franciscana, que fue construido bajo el patrocinio de la reina Isabel I de Castilla con la intención de convertirlo en mausoleo real, en conmemoración de la batalla de Toro y del nacimiento del príncipe Juan. Se trata de una de las más valiosas muestras del estilo gótico isabelino y el edificio más importante erigido por los Reyes Católicos. El convento es, además, un monumento conmemorativo de los logros de los Reyes Católicos y de su programa político.
El templo, que se terminó en 1495, corresponde plenamente al tipo isabelino, de una sola nave con capillas-hornacinas entre los contrafuertes y con coro elevado a los pies. Se construyó en varias etapas por los que el proyecto inicial fue modificado en varias ocasiones. En un primer momento la nave central estaba coronada por una austera bóveda cuyo último pilar, que corresponde al crucero, fortalecía el punto de apoyo del cimborrio formando un grueso contrafuerte. Pero en 1484 el proyecto primitivo fue remodelado por la mano de Guas que trasformó la cabecera en una capilla funeraria revestida por un cimborrio, pensada para los enterramientos de los Reyes Católicos. Esto no se llegó a realizar y es por lo que el espacio de la cabecera da una sensación de vacío. La solución llegó en una segunda fase, ya muerto Juan Guas, en la que el proyecto se simplificó. La profusa ornamentación del templo muestra los símbolos de los Reyes Católicos, así como el águila de San Juan y decoración heráldica. El perímetro interior de la iglesia está recorrido por una franja con un texto conmemorativo, lo que puede considerarse una adaptación de la epigrafía árabe a la arquitectura cristiana. El escultor Egas Cueman colaboró decisivamente en la decoración del conjunto.
El claustro, construido tras la muerte de Guas, está formado por bóvedas de crucería sin clave central y un arco conopial mixtilíneo en la galería del segundo piso. En los arcos de entibo aparecen como decoración figuras en los ángulos, y en los tímpanos de las puertas está representada la Verónica. Pero lo más destacado desde el punto de vista iconográfico es el muro, decorado con cenefas vegetales a modo de alfiz, dejando espacio para pinturas y esculturas. Otra de las puertas del claustro muestra un arco tribulado más abierto relacionado ya con modelos de Enrique Egas de época posterior.
The convent of San Juan de los Reyes is a monastery in the Spanish city of Toledo belonging to the Franciscan Order, which was built under the patronage of Queen Isabel I of Castile with the intention of converting it into a royal mausoleum, in commemoration of the battle of Toro and the birth of Prince Juan. It is one of the most valuable examples of the Isabelline Gothic style and the most important building erected by the Catholic Monarchs. The convent is also a commemorative monument of the achievements of the Catholic Monarchs and their political programme.
The temple, which was completed in 1495, fully corresponds to the Isabelline type, with a single nave with chapels-niche between the buttresses and with a raised choir at the foot. It was built in several stages, due to which the initial project was modified on several occasions. At first, the central nave was crowned by an austere vault, the last pillar of which, corresponding to the transept, strengthened the support point of the dome, forming a thick buttress. But in 1484, the original project was remodelled by Guas, who transformed the apse into a funerary chapel covered by a dome, designed for the burial of the Catholic Monarchs. This was never carried out, and that is why the space of the apse gives a feeling of emptiness. The solution came in a second phase, after Juan Guas' death, in which the project was simplified. The profuse ornamentation of the temple shows the symbols of the Catholic Monarchs, as well as the eagle of Saint John and heraldic decoration. The interior perimeter of the church is traversed by a strip with a commemorative text, which can be considered an adaptation of Arabic epigraphy to Christian architecture. The sculptor Egas Cueman collaborated decisively in the decoration of the complex.
The cloister, built after Guas' death, is made up of ribbed vaults without a central keystone and a mixed-linear ogee arch in the second-floor gallery. The arches are decorated with figures in the corners, and Veronica is depicted on the tympanums of the doors. But the most notable thing from an iconographic point of view is the wall, decorated with plant borders like an alfiz, leaving space for paintings and sculptures. Another of the cloister doors has a more open tribulated arch related to models by Enrique Egas from a later period.